jueves, 23 de marzo de 2017

Deseo que seáis libres. Que tengáis la valentía de reconocer cuando un abrazo se ha vuelto jaula. Que no pierdáis la emoción por hacer cosas. Que comáis sin culpas. De dejéis de evadiros. Que aceptéis estar perdidos. Confundidos. O enojados.
Deseo que os rompan el corazón para que os déis cuenta de que nadie puede romperos nada. Que uno se hace y se deshace solito. Que somos nuestras decisiones, somos responsables de nuestras propias emociones.
Deseo que dejéis de engañaros. Que dejéis de esconderse, que no os esperéis a dejar de tener miedo, sino que hagáis amante ese miedo. Cogerlo con fuerza.
Deseo que lloréis mucho, porque las risas después de un llanto son las mejores.
Deseo que llaváis solos al cine o al teatro. Aunque sea una sola vez. Que disfrutéis de las cosas sin la necesidad de la compañía de alguien.
Deseo que améis, que no dejéis de amar nunca. Que no os volváis victimas de los demonios propios o ajenos.
Deseo que seáis curiosos. Que seáis impacientes pero inteligentes. 

Y por encima de todo, que nadie, jamás, os corte las alas ni os ate el corazón.

viernes, 24 de febrero de 2017

La vida no es un cuento de hadas, los finales fáciles y perfectos no exisen, no te dan nada en bandeja ni recibes ramos de margaritas con tarjetas de arrepentimiento en la alfombra de casa. No existen los besos con música de fondo mientras llueve a cántaros en la calle, ni te esperan en una estación con un cartel con tu apellido. No caen ofertas de trabajo del techo, ni aprobados de última hora. No sabe bien el vino barato en tazas de desayuno sentados en el suelo, ni las puestas de sol son tan bonitas en la playa. Las cosas no pasan por azar ni por buena suerte. Hay amigos que no son para toda la vida.

La vida no es fácil, la vida hay que ganarsela, no te la an a regalar ni te van a sonreír todos los días.

 
Pero a veces las buenas noticias llegan y te hacen vivir en una película, aunque todo lo de antes siga sin existir.




Un rato a oscuras un rato a plena luz. La vida es para vivirla.

lunes, 17 de octubre de 2016



Estaba en el invierno de mi vida, y los hombres que conocí en el camino fueron mi único verano. Por la noche me quedaba dormida con visiones de mí misma bailando, riendo y llorando con ellos. Tres años bajo la idea de estar en el tour de un mundo sinfín y mis recuerdos con ellos fueron lo único que me sostuvieron y mis únicos momentos de felicidad. Fui una cantante, no de las populares, que alguna vez tuvo el sueño de convertirse en una hermosa poeta, pero después de una serie de desafortunados eventos vi esos sueños truncados y divididos como un millon de estrellas en el cielo nocturno, que yo había deseado una y otra vez, brillante y rota. Pero en realidad no me importó, porque sabía que había que acostumbrarse a tomar todo lo que siempre se quiere y después perderlo para saber lo que en verdad es la libertad.

Cuando la gente que solía conocer descubría lo que había estado haciendo y cómo había estado viviendo, me preguntaban por qué. Perono sirve de nada hablar con gente que tiene un hogar, no tienen idea de lo que es buscar seguridad en otras personas, tener un hogar donde donde poder recostar tu cabeza.

Siempre fui una chica muy inusual, mi madre me decía que tenía un alma camaleónica. Ninguna brújula moral ajustaba mi norte, no tenía una personalidad fija. Sólo una indecisión interior que era tan ancha y vacilante como el océano. Y si se dijera que no tenía intención de convertirme en alguien así, estaría mintiendo, porque yo nací para ser otra mujer. No pertenecí a nadie, pertenecí a todos, no tuve nada, quise todo, con un fuego para cada experiencia y obsesión por la libertad que me aterrorizó al punto de que ni siquiera podía hablar, y me empujó a un punto nómada de locura que, ambos, me deslumbraron y marearon.

Cada noche solía rezar para encontrar a mi gente y, finalmente, lo hice, en el camino abierto. No tuvimos nada que perder, nada que ganar, nada que deseáramos más, excepto hacer de nuestras vidas una obra de arte.

Vive rápido, muere joven, se salvaje y diviértete.

Creo en la persona en la cual quiero convertirme. Creo en la libertad del camino abierto. Y mi lema es el mismo de siempre: "Creo en la amabilidad de los desconocidos. Y, cuando estoy en guerra conmigo misma, viajo. Sólo viajo".

¿Quién eres tú?. ¿Eres de los que están en contacto con sus más oscuras fantasías?, ¿Has creado una vida para ti mismo donde eres libre para experimentarlas? Yo la tengo.









Estoy jodidamente loca, pero soy libre.

domingo, 7 de agosto de 2016

He esperado cien años pero esperaría un millon más por ti,
nada me preparó para lo que el privilegio de ser tuya, haría
Si tan sólo hubiera sentido el calor dentro de tu caricia
si yo hubiera visto como sonríes cuando te sonrojas
o como se curvan tus labios cuando te concentras lo suficiente
hubiera sabido para lo que he estado viviendo todo este tiempo
para lo que he estado viviendo.

Tu amor es mi vuelta de página
donde sólo las palabras más dulces permanecen
cada beso es una linea cursiva
cada caricia la redefinición de una frase
entrego quien he sido por quien eres tú
nada me hace más fuerte que tu frágil corazón
si sólo hubiera sentido lo que se siente al ser tuya
hubiera sabido para que he estado viviendo todo este tiempo
para que he estado viviendo.

Aunque estado atados, a la historia que debemos contar
cuando te ví, supe que la contaríamos bien
con un susurro dominaríamos los viciosos mares
igual que unan pluma poniendo reinos a sus pies.






Para que estaba viviendo, para que viviré




sábado, 6 de agosto de 2016

Si quieres a alguien, no es que lo dejes libre, es que lo quieres ver volando cada vez más alto, cada vez más lejos, más allá. Por eso, siempre que vuelves a mí lo haces no sólo porque quieres, también porque necesitas que te vuelva a atrapar.



viernes, 5 de agosto de 2016

[...] Dicen que cuando sueñas algo muy muy fuerte, al final se termina cumpliendo, como si todo fuera una novela, como si tu vida fuera perfecta. Curioso, nunca he creído en eso, los milagros no van con mi forma de ser, algo extremista, algo pesimista... Pero una vez más el mundo me recuerda que me equivoco, que la felicidad existe y tiene nombre, que el amor es para todos, incluso para mi. He sido reacia a escribir este momento, verme sentada en mi escritorio unas antes de nuestra unión, una noche que nos separa del "Para siempre" que he leído tantas veces en los libros, de despertarme cada día a tu lado, que mis sábanas sean tus brazos y mi alimento tus sonrisas torcidas mañaneras. No sé cuanto vamos a aguantarnos, quiero salir de mi pompa de felicidad y ser realista, Thomas, somos gafes, nos persigue la mala suerte, las desgracias y los corazones rotos, pero siempre hemos conseguido tiritas para nuestros pedazos, y he comprado miles de cajas más, por si acaso.
Dicen que todo cambia, que el primer año es el peor, que vamos a engordar, a matar las mariposas que nos anidan dentro, a romper esa magia que nos persigue, pero qué poco nos conocen... Siempre he sido una luchadora, alguien que no se rinde y puedes estar seguro que no me voy a rendir contigo,eres mi reto más difícil y precioso, mis ganas de llorar y de sonreír, porque nadie dijo que fuera fácil, pero... ¿Quién quiere algo fácil?
Las estúpidas tradiciones nupciales no me han dejado dormir esta noche contigo, y es la primera noche que he sentido frío, aun estando en agosto, la vida es muy aburrida si no la comento contigo, si no me rodeas con tus brazos.
Unas horas, para ser la señora de Thomas, para unirnos en uno y no dejar jamás que nadie se interponga entre nosotros, para reír al mismo son, para pelearnos por tonterías, por empezar a escribir nuestra historia que empieza de cero.
Te quiero maldita sea, y en mi última noche como soltera sólo quería estar contigo, aunque sea entre letras. No existe manera de medir el tiempo que quiero pasar contigo, sólo puedo decirte que cuando pienso en mi futuro, siempre te veo a ti.

Te veo en unas horas, recuerda, yo seré la de blanco.

[...]

Proximamente más Katherine y Thomas